LUCAS GONZALEZ RENGEL, HISTORIA VIVA DEL ATHLETIC DE COIN
Lucas González Rengel es el nombre completo del entrenador, con título nacional, que ha hecho historia en el C.D Athletic de Coín en estos últimos 4 años. Natural de Álora pero afincado en Fuengirola desde hace ya 38 años, ejerce la profesión de profesor de Geografía e Historia en la ESO en el colegio San Francisco de Asís. Lucas ha conseguido sacar al equipo desde el pozo de la Primera Regional, del que es tan complicado salir, hasta la categoría de Primera Andaluza llevando el nombre de Coín por todo el panorama andaluz.
Debido a su carácter afable y de escaso protagonismo, pocos saben cómo es realmente y cómo piensa, tanto a nivel personal como profesional. Para conocerlo en profundidad y saber más acerca de su persona le hemos realizado la siguiente entrevista, a la que ha accedido gustosamente responder para todos los “coinos”:
¿Dónde empezó a jugar a su deporte favorito? ¿En qué equipos militó? Dónde iba a ser si no en mi pueblo natal. Las circunstancias que se daban en ese tiempo no eran precisamente las mejores para salir a jugar en otros sitios. Comencé en el Álora Oje Infantil, por cierto que fue el primer equipo federado de fútbol base en mi pueblo, después lo hice en el mismo club pero en el Juvenil, posteriormente en el Juvenil de Pizarra, y en el equipo sénior de Álora, llámese bien C. D. Álora, Santa María de Flores, o Juventud Álora.
¿A qué edad dejó de jugar para dar el siguiente paso? A los 29 años. Bueno, la verdad es que lo dejé a los 25, cuando me casé y me fui definitivamente a vivir a Fuengirola. Pero, las ganas de seguir dándole al balón me hicieron, al año, volver a calzarme las botas para comenzar una nueva etapa, que duró solo tres años, ya que tener que entrenar solo en la ciudad costera para incorporarme al equipo los viernes y jugar los domingos, cada vez se me hacía más duro. Además estaba la familia, mi mujer y mis hijos a los que quería dedicarles más tiempo.
¿Qué le motivó a ser entrenador? No sé. No lo he pensado nunca. Posiblemente fue el seguir la inercia de todo aquel que le gusta este deporte y no quiere alejarse de los campos de fútbol, de no pasar a ser simplemente espectador.
¿En qué equipos ha estado como entrenador? En muchos. A ver si no se me queda ninguno atrás. Comencé, al año siguiente de dejar el fútbol en activo, en el Álora Juvenil; para eso contaba con la ayuda de un amigo que entrenaba al equipo en medio de la semana y a partir del viernes me hacía yo cargo de él. Posteriormente entrené al Atlético Aloreño, al Álora en Regional Preferente, el Atlético de Coín, el C. D. Alhaurino, Juvenil Nacional de la U. D. Fuengirola (en varias ocasiones), U. D. Fuengirola en Regional Preferente y en Tercera División, U. D. Estepona en Segunda B (aunque aquí lo hice formando equipo con José Luís Burgueña), el C. D. Benalmádena. En el club de Las Lagunas he entrenado desde cadete a sénior. Además estuve de monitor-entrenador en la escuela de fútbol de los patronatos de Fuengirola y de Mijas.
¿Cómo llegó a entrenar por primera vez al Atlético de Coín? Pues fue que recibí una llamada de Juan Aracena para quedar y hablar de la posibilidad de hacerme cargo del Coín. Esto ocurría creo que una semana antes de comenzar la competición. Vamos, que no tuve tiempo de conocer a los jugadores, ni las circunstancias que rodeaban al club, que no eran precisamente muy halagüeñas, pues se trataba de una plantilla formada por un grupo de jugadores coineños que procedían del Tercera, descendido en la temporada anterior, y otro de jugadores locales, con muy poca experiencia en el fútbol federado que trataban de paliar con mucha voluntad en los entrenamientos, pero no querían saber de sacrificios de fin de semana, como cuidar las salidas nocturnas… Y el colmo era que muchos de estos jugadores tenían ficha en los equipos de fútbol sala (por entonces se podía tener ficha doble, en fútbol 11 y en fútbol sala). Ya os podéis imaginar los problemas cuando coincidían los horarios.
¿Qué recuerdos tiene de ésta etapa, buenos y menos buenos? Comenzaré por los menos buenos. El peor de todos, el descenso. Ni supe, ni pude, cambiar la mentalidad de la plantilla para que se dedicaran solamente a jugar en Fútbol 11. Y a ser posible, de una forma más sería que en las peñas. Como recuerdos buenos, el mejor, la gran amistad que mantengo con muchos de los jugadores de aquella plantilla.
¿Cómo llegó a ser entrenador del Athletic de Coín? Mi antecesor, Andrés Berrocal, me comentó que no iba a seguir y que si a mí me interesaba. Como le dije que sí, me recomendó a Alberto, por entonces presidente del club. Nos citamos y hablamos. Allí estábamos de una parte Alberto y Antonio Yiyo, y de la otra Fernando (que en paz descanse) y yo. Hablamos y quedamos convencidos por parte y parte. De todas las preguntas que nos fuimos haciendo, recuerdo especialmente una. Alberto me dijo: “Una persona con trabajo fijo como tú, que puede entrenar más cerca de casa, ¿por qué entrenar en Coín?” Más o menos, le dije: “Me gusta este club, me gusta el campo de fútbol (por entonces era el de césped natural, que estaba en muy buen estado) y sobre todo quiero quitarme la espinita que tengo del descenso en mi primera etapa”. Le convencí y hasta hoy.
¿Quién fue Fernando? Un gran amigo que se nos fue a mediados de la segunda temporada, la del ascenso. Desde que me hice cargo del equipo juvenil de Las Lagunas, donde jugaba su hijo más pequeño, que en el mundillo del fútbol es conocido por “Lechu”, Fernando ha sido mi delegado, mi segundo… en definitiva, mi mano derecha en los banquillos. Su muerte fue un gran mazazo. En la celebración del ascenso a Regional Preferente, Alberto le dedicó unas palabras. Aquello me llegó al alma. Junto a mi familia, fue de la persona que me acordé cuando terminó el encuentro contra el Yunquera en el que conseguíamos el añorado ascenso.
¿En qué has cambiado con el tiempo como entrenador? En mucho. Soy de las personas que piensan que la formación tiene que ser permanente, que se puede aprender de todos, de los contrarios, de otros equipos… incluso de tus propios jugadores. Y sigo la norma de que rectificar es de sabio, así que estudiando tus propios fallos… puedes mejorar.
¿En qué no has cambiado con el tiempo como entrenador? En la ilusión y las ganas de trabajar para mejorar, que siguen siendo casi las mismas, si es que no mayores, que las de la primera temporada.
¿Qué es más difícil, ser profesor de la ESO o entrenador de Fútbol? Son muy diferentes. La ESO es obligatoria y, por lo tanto, hay que motivar a los alumnos para sacarlos de la apatía general y el rechazo ante todo lo que es obligatorio. El fútbol es voluntario y, por lo tanto, la disposición de los practicantes es mayor; aunque también hay que motivarlos, en este caso para que no se aburran y lo dejen, pues son muchos los estímulos que reciben del entorno, y a veces más apetecibles que sacrificarse para entrenar y rendir al máximo en los encuentros.
¿Qué es lo más difícil de entrenar? Como en la enseñanza, hacer que tus pupilos o alumnos lleguen a entender perfectamente lo que quieres de ellos en cada momento.
¿Cómo supera un entrenador el ciclo de tres años en un equipo? Opino que son los resultados los que hacen que tengan más confianza en ti, tanto la directiva como los jugadores, incluso la propia afición.
¿Cómo genera confianza en tu equipo? Es un trabajo continuo, día a día, haciéndoles ver a los jugadores que tienes razón y que les estás ayudando a mejorar como futbolista y como persona. Esta confianza tiene que basarse en el respeto mutuo entre todos y con todos. También es muy importante hacer que los jugadores participen en algunos aspectos de la preparación de los partidos. Hay que dejarles dar sus opiniones, que se sientan con libertad de opinar; y esa libertad les llevará a tener más responsabilidad y a sentirse partícipes en los objetivos a conseguir.
Pero cuando se pierde… En estas circunstancias el esfuerzo se redobla. Cuando se ha generado confianza en que el trabajo que se está realizando es el correcto, que tarde o temprano tiene que dar sus frutos… basta que alguien del grupo levante la cabeza y diga: “Vamos a seguir, que podemos”. Y para muestra, un botón: Recuerdo que el segundo año de competición en Primera Regional nos estábamos jugando el ascenso en casa con el Ojén. Aquel encuentro lo perdimos. En la habitual charla pospartido del primer entrenamiento estábamos alicaídos y con la moral por los suelos. Sabíamos que estábamos trabajando bien, pero la diosa fortuna nos abandonó en esa jornada. Un miembro de la plantilla, Goyo, dijo: “Señores, esto es muy fácil. Si ganamos los once partidos que nos quedan, ascendemos; así que a seguir”. Ganamos esos once encuentros y, efectivamente, ascendimos a Regional Preferente.
A lo largo de estos 4 años hubo jugadores con los que contó menos y dejaron el club por falta de minutos. ¿Qué les diría? ¿Cómo tiene que afrontar un entrenador estas situaciones? Les diría, les digo que sin su participación, sin granito de arena, no hubiese sido posible llevar a cabo este proyecto. En relación a la segunda pregunta, te puedo comentar que tener los objetivos claros es fundamental. Si quieres cambiar, pongamos por ejemplo la mentalidad de un grupo, tienes que dejar atrás a algunos jugadores, aunque técnicamente puedan incluso ser superiores a los que se queden, por el bien de los objetivos propuestos.
¿Cómo analiza su período en el club durante estos 4 años? No creo que sea el más adecuado para hacer un análisis público. Pero, ahí están los resultados. En la primera temporada estuvimos a punto de ascender. Dos ascensos consecutivos en las siguientes. Y un sexto puesto en el debut en la Primera División Andaluza. Creo que no ha estado mal, ¿verdad?
¿Cuál fue su receta para triunfar en Coín? Pienso que ha sido la forma de trabajar, el dejar que los jugadores intervengan y así se responsabilicen aún más como participantes de un proyecto. Además, el trabajo bien programado y la pizca de suerte en los resultados, pues si la bolita no entra…
¿Cuál es el momento más duro que ha vivido al frente del equipo? Lo más duro es cuando tienes que tomar alguna decisión y dejar sin jugar, o fuera de la convocatoria, a alguien que por el trabajo que viene haciendo se merece jugar; pero, siempre tiene que privar el bien del equipo y lo mejor para alcanzar los objetivos propuestos. En cuanto a la competición, recuerdo dos: El primero, en la primera temporada, cuando nos vimos en la parte media baja de la clasificación, a pesar de que estábamos trabajando bien; entonces hablé con el presidente ofreciéndole mi puesto si lo creía conveniente. El segundo, cuando perdimos en casa ante el Ojen, jugándonos el posible ascenso. Por suerte, ganamos todos los partidos que nos quedaban, once exactamente, y conseguimos el añorado ascenso.
¿Y el mejor recuerdo que tiene? Por supuesto que los dos ascensos. Recorrer Coín en la “góndola” fue algo indescriptible a nivel afectivo. También me impresionó mucho el pequeño homenaje que, junto a Amador (el preparador físico que también deja este año su puesto), nos hizo el club y el Ayuntamiento en la sala de plenos. Como se dijo allí, es rarísimo que se despida a un entrenador con un homenaje. A nivel afectivo, el mejor recuerdo es la cantidad de amigos que dejo en esta bonita ciudad.
¿Cree que este club puede aspirar a llegar a 3ª División? ¿Y por qué no? Por historia, por afición, por población y por el trabajo que se está realizando, el Athletic de Coín merece estar en categoría nacional. Ahora bien, para conseguirlo hay que cambiar la mentalidad, yo diría que de todos; hay que empezar por creérselo; hay que luchar por ello, hombro con hombro, la plantilla, el cuerpo técnico, la directiva y la afición. Valga un ejemplo: Tener una sala de prensa, donde los medios de comunicación pueda ejercer bien su trabajo. Esto da una buena imagen y prestigio al club y a la ciudad de Coín. Se pueden hacer muchas cosas más, por supuesto. Pero, para todo esto se necesita tener un presupuesto adecuado. Y aunque el trabajo de los directivos es encomiable en este sentido, no basta; tiene que haber una buena ayuda por parte de la administración local. Yo diría más, incluso los patrocinadores y demás empresas de Coín deben de aportar su ayuda. Y a cambio, el nombre de esta bonita ciudad, y de numerosas de las empresas afincadas en ella, será paseado por Andalucía. Y mientras mayor sea la categoría, mayor será las posibilidades de publicidad. Creo que fue en Baeza donde un directivo me preguntó cómo llegar a Coín, pues no tenía ni idea de su localización. Pues bien, ya saben dónde estamos, y eso gracias a que nuestro equipo juega en la Primera Andaluza.
¿Qué opina de la afición del Athletic de Coín? Envidiable. Muchos de los directivos, entrenadores y jugadores que han pasado este año por la Fuensanta, siempre han hecho el mismo comentario: ”Con esta afición da gusto”.
Defíname su idea de fútbol. Me gusta el fútbol en el que se le da buen trato al balón, pero siempre partiendo de una buena defensa de equipo, y en el que la estrategia tiene un papel muy importante. Si a esto le añadimos una buena condición física para poder luchar durante los noventa minutos en condiciones óptimas y una fortaleza mental, obtenemos el fútbol que a mí me gusta.
Algunos aficionados piensan que su forma de dirigir los partidos es más bien pasiva, ¿qué les diría? Es mi manera de ser. Creo que un entrenador tiene que tener la cabeza fría para leer los pormenores del partido y así no equivocarse. O al menos que la equivocación tenga la menor consecuencia posible para el devenir del encuentro. Además, lo que no se entrene, por mucho que chille el entrenador, es muy difícil que se lleve a cabo.
¿Como entrenador en quién se fijó más? En todo y en todos. Suelo ver los partidos más desde el punto de vista táctico y estratégico que desde el disfrute del propio juego. Aprendo de mis compañeros, de mis contrarios, de mis jugadores, de los árbitros… Si no es de lo que se debe hacer, al menos de lo que no se debe hacer.
¿Qué piensa de la cantera? Es fundamental e imprescindible. Si desde muy jóvenes ya se les va inculcando a los jugadores los modos y formas de juego que se quiere imponer en el club, todo será más fácil cuando lleguen al primer equipo. La juventud es el futuro, sin ellos no habrá relevo para los jugadores que se vayan quedando atrás, por lesión, trabajo, edad…
¿Qué equipos de la Liga de 1ª División le gustan? Desde muy pequeño me ha gustado el Real Madrid. Pero, eso no me quita el poder admirar el fútbol realizado por otros equipos, españoles o extranjeros. Últimamente me estoy haciendo cada vez más malaguista.
¿Por qué ha decidido poner fin a su etapa en el Athletic de Coín? Me guío mucho por mi intuición; y esta me decía que era el momento. Un buen amigo me dijo que me tenía que haber marchado cuando el ascenso a Primera Andaluza, pero yo quería probar si con este grupo humano y siguiendo la misma filosofía en el trato con ellos, se podía hacer un buen papel en esta difícil categoría. Y ha resultado que sí.
¿Cuáles son sus inquietudes culturales? Muchas. Además de intentar estar mejor formado e informado para llevar a cabo mi profesión, tengo en proyecto realizar un segundo libro sobre la historia del fútbol en Álora y publicar la colección de fotos de fútbol que tengo. Y quién sabe, lo mismo me decido a poner sobre papel mi paso por el Athletic.
¿Qué va a hacer ahora con el tiempo libre que le deja el Athletic de Coín? ¿Piensa seguir entrenando? Buena parte de ese tiempo lo dedicaré a mi familia, a mis nietos… ¿sabes que el mayor, que aún tiene solamente cuatro años está loco por el fútbol? En cuanto a seguir entrenando… no tengo ninguna oferta. Si sale algo ilusionante y cerca de casa, quizás siga en los banquillos, sino… me temo que colgaré la gorra de entrenar.
¿Qué le diría a la afición, directiva y jugadores en su despedida? Que muchos ánimos y a seguir adelante con este ilusionante proyecto. El fútbol en Coín parece que vuelve por sus fueros y quiere regresar a la categoría nacional, a Tercera. Remad todos juntos en la misma dirección y se podrá conseguir. En cuanto a lo personal, MUCHÍSIMAS GRACIAS. Me he sentido muy bien tratado por todos, incluida la afición. Sin este grupo humano formado por jugadores, directivos y compañeros del cuerpo técnico, jamás se hubieran conseguido llegar hasta donde los hemos hecho.
ALBERTO BENITEZ JIMENEZ
BLAS LUNA ENRIQUEZ
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