Este fin de semana se celebra el festejo en honor a la patrona, la Virgen de la Fuensanta. Decenas de carretas recorrerán el camino hasta la ermita donde disfrutarán de dos días de fiesta.

El próximo fin de semana miles de romeros acudían a su cita con la festividad más grande del municipio, la romería de la patrona y alcaldesa perpetua de Coín, la Virgen de la Fuensanta. Desde el sábado a primera hora (10.00 h) hasta el domingo por la tarde se sentirá en el municipio la alegría de la celebración y la devoción de los vecinos, que realizarán el recorrido de unos cinco kilómetros, desde la plaza de la Alameda hasta la ermita con sus carretas engalanadas, el colorido de los trajes de flamenca y mucha animación.

En esta edición se esperan más de medio centenar de carretas formando el cortejo, que estará encabezado por la Hermandad de la Virgen de la Fuensanta seguida de las numerosas peñas romeras. Los bueyes marcarán el paso del recorrido seguidos del resto de los carruajes.

Desde el punto de partida, en la plaza Alameda hasta el Llano de las Marías donde se ubica la ermita de la Virgen de la Fuensanta, discurrirán cinco horas de peregrinaje lleno de música y baile, ya que el camino es una gran fiesta con gente en carrozas, andando, a caballo o esperando en las fincas por las que discurre el peregrinaje para ver la romería. El santuario se sitúa en un enclave a unos cinco kilómetros del pueblo entre los términos de Coín y Monda.

Uno de los momentos más emotivos tendrá lugar a mitad del camino, donde los romeros se refrescan del calor y el cansancio con el agua del río Pereila, donde tradicionalmente los veteranos bautizan a las personas que acuden por primera vez a esta fiesta. Además de los vecinos de Coín, muchos visitantes participan en este evento atraídos por la diversión y el buen ambiente del momento.

 

Una vez que los peregrinos lleguen a la ermita pasarán por el santuario para visitar a la patrona como muestra de devoción para, posteriormente, sumergirse en la fiesta en las casetas que cercan el llano de Las Marías, una celebración que solamente se interrumpe por la eucaristía en honor a la Virgen.

El domingo está previsto el regreso con la patrona a Coín, sobre las cinco de la tarde, tras la elección de la peña que tendrá el gran honor de devolver a la Virgen de la Fuensanta a su pueblo.

En definitiva una fiesta donde se mezclan los sentimientos religiosos con la diversión y la tradición popular, ya que cuenta la leyenda que en el año 1487 la imagen de la Virgen de la Fuensanta se le apareció a un pastor en el lugar donde hoy se erige la ermita dedicada a su culto, que fue construida con la ayuda de los vecinos, entre las localidades de Coín y Monda, donde también la veneran.

Los trabajos comenzaron en el año 1544 y no se terminaron hasta 1680, aunque parte de la única nave del templo se acabó en 1620. Bajo los muros del santuario nace el agua de la fuente santa.

Según otras versiones, la imagen de la Virgen de la Fuensanta que es una obra del siglo XV y tiene once centímetros de altura, debió ser traída por alguno de los caballeros que intervinieron en la conquista de Coín.